De “Cipayos” e Ilusionados

. sábado, septiembre 02, 2006
  • Agregar a Technorati
  • Agregar a Del.icio.us
  • Agregar a DiggIt!
  • Agregar a Yahoo!
  • Agregar a Google
  • Agregar a Meneame
  • Agregar a Furl
  • Agregar a Reddit
  • Agregar a Magnolia
  • Agregar a Blinklist
  • Agregar a Blogmarks

Sergio de la Colina, guionista de Asecho a la ilusiòn contesta agravios y señala rumbos
Carta de respuesta a Julio Nazareno, aparecida por www.catamarcaesnoticia.com.ar



Sin duda que la polémica provoca en algunos un desenfrenado interés por la publicación de sus hemorragias verbales, tanto como el oro provoca encandilamientos y afanes de progreso por el camino mas corto.

En carta enviada en edición del Viernes 1 de septiembre el Señor Julio Nazareno, pretende descalificar al documental “Asecho a la Ilusión” y a su realizador Patricio Schwaneck, bajo la más precaria de las armas: la deslegitimación del discurso.

Nazareno se endilga la suficiente capacidad para determinar quién puede y quién no puede expresarse en torno al debate minero. Como guionista del documental me siento en la necesaria voluntad de defender la honestidad del documental, no solo por lo que expresa, sino además por su financiamiento y trabajo de producción.

“Asecho…” fue hecho como el noventa por ciento de los audiovisuales que se producen en la provincia, a pulmón… a puro pulmón de sus realizadores, bajo la indiferencia del organismo del estado que atiende a la Cultura y la supina ignorancia de muchos empresarios que aún no han entendido la importancia de la inversión publicitaria en las artes y la cultura.

He sido testigo de cada una de las fases de la realización y soy testigo presencial del financiamiento principal y decisivo para su conclusión, el cual no fue de ningún político de la provincia, sino de la Señora madre de Patricio Schwaneck, quién apoyó a su hijo desde su gran corazón y conocimiento de la realidad provincial.

Cualquier otro aporte a la concreción del documental ha corrido por cuenta de personas que se han interesado por la temática y la difusión de una problemática mucho más urgente que el debate minero, mientras la contaminación y el saqueo contra el patrimonio provincial avanzan sin contención o disimulado por los “Ilusionados” como el señor Nazareno.

Por otra parte, el presente escabroso y ya largamente fracasado del supuesto “desarrollo minero” ha sido fruto de una acción política, orquestada y financiada por las empresas (para más datos mire el documental, señor Nazareno, por favor). Si el documental origina acciones políticas, bienvenidas sean y ojalá se multipliquen, por que para eso son los documentales: Memoria Histórica, Denuncia de un hecho presente y herramienta para los que luchan contra lo denunciado.

Todo eso esta cumplido en “Asecho…” y lo atestiguan las miles de personas en todo el país que ya lo han visto y lo usan para provocar cambio de conciencia respecto al tema.

No se entiende de que lado de “adentro” de ubica Usted para determinar que alguien es “Cipayo”. Porque si usted ya se ubico desde adentro de las grandes estructuras de las mineras y desde ahí endilga tal carácter, por favor ubíqueme a mi también porque no quiero estar de su lado. Pero el conocimiento que tengo del uso de la palabra, me hace pensar que el Cipayo es Usted y todos los que prefieren defender a las empresas que se llevan tremenda ganancia, mientras nuestro pueblo sigue empobreciéndose.

El camino del Oro, quiere ser un atajo para el progreso, creo que lo es pero no para nosotros, porque A CATAMARCA LA MINERÍA JAMAS LE DIO PROGRESO, el hecho que haya ricos minerales NO NOS HACE UNA PROVINCIA MINERA. Tal consideración es una falta de respeto y una afrenta a nuestros agricultores y pastores, líderes de una actividad económica que si les dio posibilidades a los catamarqueños.

Por favor señor Nazareno y en usted a todos los firmes defensores de la minería a cielo abierto, contaminante y saqueadora de la riqueza, si alguna vez creyó que sería ésta el progreso, ríndase a los resultados a diez años de implantada tal política y súmese a defender nuestros intereses, que de este lado Usted podrá opinar sin que nadie lo catalogue de ningún modo y sin ningún tipo de censura, como la que Usted aplica desde esa arma de los Noventa, la deslegitimación del discurso bajo la falacia de la supuesta acción política.

Sergio de la Colina
D.N.I.: 21326501