Durante cinco días Patricio Schwanek y Mario Quiroga, realizador y fotògrafo respectivamente, harán una visita a la escuela de Aguas Calientes, en la puna. La idea es empezar un proyecto de registro y capacitación documental.
A Patricio el viaje le da a pensar y esto escribió sobre el tema.
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Aguas Calientes
Antes de viajar.
Siempre son las mismas preguntas.
Una y otra vez.
Que es lo que quiero hacer cuando dejo mi casa en la pequeña ciudad de Catamarca y me voy a un confín cercano?
No sé bien. Voy a ver una escuela. Voy a conocer a los niños que estudian en ella. No soy alguien que tenga una particular sensibilidad con los niños. No soy de esa gente que dice, “Me gustan los niños”. Me gustan cuando me gustan, a veces.
Pero quiero ir, en principio porque voy con un fotógrafo amigo y me gusta ver como los fotógrafos encaran las cosas, sin los manierismos mios.
Y me lo imagino asi, figuras recortandose contra un telòn de fondo natural, el paisaje. Y contra otro cultural, la escuela y sus rituales de civilizaciòn.
No sè aùn si esos pequeños tienen cara y se vuelven personas o si seràn algo asi como expresiones de otra cosa, cultura ancestral, tal vez.
Los niños.
La tensiòn entre mundos quizàs. Gorriones bajo la lluvia. Sus padres, su vida, sus alegrias y tristezas. Puede haber amor? Se parece a algo conocido?
Sé de tres o cuatro niños que caminan cada dìa una hora y media por desfiladeros desde su casa de dos piezas de piedras apiladas hasta llegar al la escuela.
Sè de niños que van de la escuela a sus responsabilidades de pastores. Del miedo a los rayos. De la necesidad de animizar la naturaleza en estos espacios de tanta soledad.
Creo que lo sè y no sè nada, lo supongo todo.
Tengo miedo de ir buscando su pesar para un morbo veritè.
Tengo miedo se parezca a otros lugares alejados de la mano de Dios. Uno màs.
No los voy a ver, voy a verme. O màs bien, ver que de ellos hay de mi.
Realiza realizador.