Un documental polìtico.

Un documental polìtico.

- No queremos que se mezcle con lo polìtico…
- Si, si, como no…Entonces con que quieren mezclarse?

Desde que comenzamos a registrar las primeras entrevistas que terminarian en el documental Asecho a la ilusiòn, oí cuestionamientos acerca de la eventual condiciòn polìtica del trabajo. En aquellos comienzos solia crearme mucha ansiedad esta cuestiòn ya que en general había y hay mucha desconfianza en torno a lo polìtico, entendido esto como el interès de direccionar algo por motivos espùreos.
Ya en Febrero (9/02/06) estas cuestiones se me han ido aclarando desde lo vivencial quedándome claro que las salidas a los procesos sociales deben ser polìticas porque sino seràn por las vias de hecho (lease violentas).
La exhibiciòn del documental en distintos lugares y para públicos diferentes nos permitió recibir opiniones de todo tipo, apostillas que enriquecen nuestra mirada y completan lo que como relato exponemos.
Cada cual tiene su propio “librito” con lo que debiera decirse sobre el tema, lo que es importante y la lista de los que debieran ser escrachados. Estas, invariablemente son más extensas que las nuestras.
Incluso antes de que alguien viera alguna imagen del documental, se habia filtrado que existía un registro de una reunión entre las autoridades de Minera Alumbrera y periodistas y se sospechaba que el escrache era el gran tema del documental. Pues no, el relato va por otro lado y he podido ver caras de decepción entre quienes solo esperaban la historia chiquita de miserias humanas.
No ha sido facil sustraerse a la tentación de subirse a una tribuna a decir que está bien y que está mal, quien tiene culpa y quien esta libre.

Lo que el documental no dice

Muchas son las cosas que el documental no cuenta, tal vez las más jugozas. Son aquellas cosas de las que no teníamos documentos o testimónios directos.
Se sostiene, por ejemplo, que hubo un enfrentamiento entre Menem y Saadi (Ramón, ex gobernador de Catamarca) porque cada uno de ellos “apoyaba” a una empresa minera distinta para quedarse con el yacimiento de Bajo La Alumbrera. Esto habría desembocado en un enfrentamineto tal que habría provocado muertes. Siendo las más conspícua la de María Soledad Morales. Producto de esto habria sido la intervenciòn a la provincia y su consiguiente salida otorgando la consesiòn a la Musto LTD.
También murió un juez federal (el Dr. Efrain Rosales) en un extraño accidente automovilístico cuando iba a Tucumán a, se dice, sustanciar una acción de amparo contra el otorgamiento del yacimiento. El juez era un gran conductor de autos y habia corrio en carreras de rally, su propio hermano Wadih Rosales, ex embajador en Libia, me confió sus sospechas y relató que un maletín que se sabia llevaba el Juez al momento del accidente desapareció.
Se dice que hubo seis muertos.
Se imaginan si el documental contaba esto? Habria sido muy jugozo, en general las historias de complots atraen, pero, no era esta la cuestión más relevante de la cuestión minera sino un costado oscuro pero que es anecdótico.
Tampoco decimos nada acerca de la sospecha de la existencia de treinta casos de niños con cancer que serían tratados en Córdoba. Porque no tuvimos medios como para corroborar la versión. Pero ahí está y sería interesante que alguien averigue esto.
Vayan y hablen con el Dr. Saragusti, director de la institución.
Tampoco decimos que el Subsecretario de Minería de Catamarca, Jorge Eremchuk, habría recibido una condena por estafa y estaría impedido de por vida para ejercer cargos públicos, producto de su paso por la Secretaria de Medio Ambiente de la provincia de Tucumán. No me consta, aunque el ing Eremchuk me llamó y me pidió una entrevista en la que me dijo que no prestáramos atención a “detalles” mal intencionados que en su opinión eran inexactos y que sacaban la cuestión de los temas que verdaderamente importan a la provincia, como por ejemplo, el otorgamiento en los últimos meses del gobierno de Castillo (Oscar) de los 162 últimos yacimientos fiscales a 15 personas (unas fisicas y otras jurídicas). Esto ciertamente nos interesa más a los catamarqueños.
Todos estos detalles sirven para señalar cuanto quedó o pudo haber quedado afuera, sin embargo, aún a pesar de esto, es mucho lo que se dice y creemos que hablamos sobre lo que nos importa como ciudadanos.
Lo demás, está todavía por ser contado.
Quien esto escribe sabe lo que significa ser molesto para una gran multinacional y para políticos poderosos. Tratamos de ser responsables, lo que hemos dicho, consta en algún documento o es refrendado por un testigo directo que se hace responsable de sus dichos.
Pero nos pareció que no debíamos irnos por las ramas de las anécdotas sino concentrarnos en aspectos esenciales, históricos, económicos, políticos jurídicos, ambientales y sobre todo el de la propia historia de vida de gente que vió y sufrió a consecuencias de este proceso.


Patricio Schwaneck